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quinta-feira, 25 de fevereiro de 2010

AHORA MI TIEMPO VALE MÁS

Autor - Mário de Andrade

Ahora mi tiempo vale más...: Ahora mi tiempo vale más...







Conté mis años y descubrí que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante que el que viví hasta ahora. Me siento como aquella joven que ganó una caja de dátiles; los primeros los comió con displicencia pero, cuando percibió que quedaban pocos, comenzó a roer hasta el carozo.





Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades. No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados. No tolero a maniobreros y ventajeros. Me molestan los envidiosos que tratan de desacreditar a los más capaces para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.





Ya no tengo tiempo para proyectos megalomaníacos. No participaré de conferencias que establecen plazos fijos para erradicar la miseria en el mundo. No quiero que me inviten a eventos de un fin de semana donde se pretende solucionar los problemas del milenio.





Ya no tengo tiempo para reuniones interminables donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos. Ya no tengo tiempo para soportar melindres de personas que, a pesar de su edad cronológica, son unos inmaduros.





No quiero ver las agujas del reloj avanzando en reuniones de "confrontación", donde "tiramos todos los hechos sobre la mesa". Detesto ser testigo de los atropellos que genera la lucha por el majestuoso cargo de “ secretario general”.





Recuerdo ahora de Mário de Andrade, que afirmó: “las personas no discuten contenidos, apenas los títulos". Mi tiempo es escaso como para discutir títulos; quiero la esencia, mi alma tiene prisa...





Sin muchos dátiles en la caja, quiero vivir al lado de gente humana, muy humana; que sepa reír de sus errores, que no se envanezca con sus triunfos, que no se considere electa antes de hora, que no huya de sus responsabilidades, que defienda la dignidad de los marginados y que desee tan sólo andar al lado de Dios.





Caminar junto a cosas y personas de verdad, disfrutar de un afecto absolutamente sin fraudes, nunca será pérdida de tiempo. Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.





domingo, 30 de agosto de 2009

RESUCITAR ES POSIBLE

Recuerdo una imagen de la infancia, mi madre y sus amigas se reunieron en la sala hablando de las relaciones. Hablaron de sus maridos, ex novios, sus amores del pasado. Yo aún niña escuchaba el diálogo de los “adultos” con mucha atención. Años más tarde comprendió que mi madre y sus amigas asumirán la responsabilidad, crearon una familia, pero en el fundo aún eran chicas a la espera de un príncipe. Yo crecí y tenía mis propios amigos y experiencias. Tenía mucho que hablar y escuchar, porque aprendí que cuando se habla sobre el amor y las relaciones en una conversación, es un tema para muchas horas. Así que, desde mi infancia he oído las mujeres hablar sobre el amor y el odio. Veo en las novelas, leo en los periódicos, libros, revistas, películas sobre el amor y el odio. Es casi nunca discutido seriamente en los medios de comunicación. Como casi todas las leyes capitalistas, "cambiar la mirada y obtendrá un amor o Salir, caminar, viajar, ir a fiestas, cambiar tu pelo, haga dieta. Si pierde un amor, intenté con otro para olvidar el anterior.” Y así camina la humanidad. Cuando somos adolescentes, acreditamos que eso realmente funciona para conseguir un novio, una pareja pero no el amor.
Cuando somos adultos nos damos cuenta de la inutilidad de algunas de las consignas, pero cuando amamos de verdad, nos damos cuenta de la inutilidad de todas las frases. Cuando descubrimos la emoción de sentir el cuanto estamos completos, nos damos cuenta de que la vida es mucho más que la apariencia, nos damos cuenta de que la vida es la esencia. Pero no es fácil amar, porque se requiere la entrega, el compromiso, la verdad con que no estábamos acostumbrados a vivir. Nuestra vida antes de conocer el amor, tenía por base las preocupaciones materiales con algunos sueños insertados entre nuestras verdades interiores. Descubrir que necesitamos para vivir bien simplemente escuchar a nuestro corazón puede ser un golpe en el frágil escudo humano.

El amor puede ser aterrador para pensar en ello, pero también puede ser una experiencia maravillosa y sólo el vivir sublime. En las historias novelescas, cuando llegan en el auge del amor, algo pasa. En la vida real eso también acontece, tal vez en forma de prueba. Una parte abandona el barco por miedo, debilidad, falta de amor. Una de las partes comprometidas con el amor rompe el vínculo construido con las luchas internas. Aquí es donde viene la verdadera prueba. El amor es grande, fuerte, hermoso, una fuerza capaz de levantar montañas. Tomamos mucho tiempo en busca de otra parte que nos complementan y nos hacen sentir la increíble sensación de amar. ?como estar solo otra vez? Primero viene la ira, el lloro, y la culpa. Luego viene la soledad y la tercera es la muerte, en dos sentidos, la muerte física y el renacimiento. La muerte física ocurre a aquellos que perdieron el amor se olvidan de vivir y el renacimiento llega a aquellos que recuerdan el cariño de alguien que se fue, pero que el amor no murió el amor nunca muere. El amor se transmuta. Él es tan grande que abre un abanico de nuevas alternativas. En ausencia de alguien a quien amar, podemos amarnos a nosotros mismos. Amar con amor, cuidado, seguridad, ternura, alegría, felicidad. Yo sé que para amar verdaderamente es necesario tener coraje. Cobardes no aman. Sé que recordar de las frases pronunciadas por quién un día amamos y que de alguna manera nos dejó es doloroso, muy doloroso. Sin embargo, si el amor es verdadero, crecerá en forma de dádivas, del cariño demostrado por los amigos, de los mensajes recibidos. El amor, cuando es realmente amor, nos enseña lo mejor de la vida, nos enseña a amar a nosotros mismos, fortalecer la autoestima, el amor, nos enseña a no aceptar ser derrotado y humillado, nos enseña a ir tras de toda la verdad y no más de las mentiras. El amor nos enseña que tenemos el privilegio de haber tenido, en algún momento de nuestras vidas, la increíble capacidad de amar. El verdadero amor nos enseña que somos dignos de la felicidad. Después del tiempo de las lágrimas, la resurrección va a ocurrir y el negro del luto y el dolor desaparece. A veces toma un tiempo para absorber todas las lecciones que el amor nos trajo y en estas horas es bueno recordar que el tiempo es el maestro de todos.