Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) lamentaron la muerte de cuatro prisioneros de guerra registrada el pasado 26 de noviembre en el suroriental departamento de Caquetá y responsabilizó al Gobierno de Juan Manuel Santos por estas bajas, pues aseguran que tenían conocimiento de su "inminente liberación unilateral".
"Lamentamos profundamente el trágico desenlace del demencial intento de rescate ordenado por el Gobierno colombiano (...) al tiempo que extendemos nuestro sentimiento de pesar a las familias del sargento Libio José Martínez, el coronel Edgar Yezid Duarte, el mayor Elkin Hernández y el intendente Álvaro Moreno", reza el comunicado.
De acuerdo con las FARC, el Gobierno colombiano estaba en conocimiento de que estos hombres serían liberados, puesto que la información estaba contenida en los documentos y material informático incautado en el departamento de Cauca (suroccidente), donde pereció Alfonso Cano el viernes 4 de noviembre junto a otros militantes de esa organización insurgente, tras varias horas de enfrentamientos con el Ejército.
"Es evidente que tras hacerse a la información, el Gobierno Nacional y el alto mando militar tomaron la determinación de frustrar la gestión humanitaria y sus posibles efectos. Los resultados están a la vista", reclaman las FARC.
En el texto explican que "la (ex) senadora Piedad Córdoba y el prestante grupo de personalidades femeninas de todo el mundo, que nos lo solicitara así en misiva que se hizo pública y fue recibida por nosotros en agosto de 2011, podrán dar fe de la respuesta afirmativa a su petición en carta cuyo contenido ya había sido aprobado por el Secretariado en vida del Camarada Alfonso Cano".
En tal sentido, se ordenó el "traslado de los prisioneros de guerra al posible sitio que se indicaría en su momento" y en consecuencia "la comunicación pública estaba a punto de producirse".
La muerte de Alfonso Cano "no podía frustrar nuestro propósito de propiciar la concreción de un acuerdo de canje de prisioneros de guerra, tal y como él lo concebía", indica el comunicado.
Es por ello, que "el alud de imputaciones contra nosotros no basta para encubrir la felonía de Juan Manuel Santos", enfatiza las FARC.
"Catorce años no fueron suficientes para que la oligarquía colombiana se condoliera un instante por la suerte de los soldados y policías que entregan su vida, su integridad o su libertad por defenderles sus inmensas fortunas", denuncian en el texto, señalando además que "cerca de ochocientos guerrilleros revolucionarios y más de siete mil quinientos luchadores sociales, son sometidos a infamantes tratos en las mazmorras del régimen y del imperio".
Ante esta situación, "dialogar sobre un acuerdo que permita el canje de prisioneros y abra las compuertas a la paz es una necesidad histórica por la que clama Colombia" concluye la misiva.
En una misiva dirigida a la organización Colombianos y Colombianas por la Paz, las FARC afirmaron que sí liberarían a los prisioneros.
No obstante, solicitaban también que se tomara en cuenta "a los guerrilleros presos. Son alrededor de 800".
"El dolor no es solamente de los familiares de los prisioneros en nuestro poder. El humanitarismo debe mirar, siempre, con sus dos ojos. En sana lógica, un acuerdo de paz en Colombia debiera estar antecedido por un canje de prisioneros entre las partes contendientes porque, sin duda, un evento tal allanaría la senda del entendimiento y el fin de la guerra, del conflicto social y armado que se prolonga por seis décadas por la intransigencia estéril de los gobiernos", señala la carta.
Subrayó que "se debe poner punto final a una larga historia de violencia institucional, de despojo violento, de paramilitarismo, desapariciones forzadas, masacres, 'falsos positivos', fosas comunes, exclusión, imposiciones neoliberales y manipulación de la opinión. A las mujeres pacifistas del mundo representadas en ustedes les pedimos actuar y extender sus manos solidarias hacia el pueblo de Colombia".
Fuente - Comitê de Solidariedade ao Povo Colombiano